El buen cine (y el otro también)

Con varios de nuestros amigos compartimos un gusto particular por el cine. Entonces nos decidimos a crear este blog para albergar las diversas opiniones. Todos aquellos que quieran escribir algo sobre alguna película, que lo hagan sin prejuicios y sin escrúpulos (como nosotros lo hacemos), agregando comentarios, o a diazjavier@hotmail.com para postear una entrada nueva. No sean cobardes que la vida es corta! Romina y Javier

24 septiembre 2006

Carácter / Karakter



Es una cinta holandesa de 1997 del director Mike van Diem, que fue ganadora del Oscar a la Mejor Película de Lengua Extranjera en 1998
Una mirada breve que invita a otras…
Hablaré sobre Carácter, una película holandesa.
Un hijo que crece sin ser reconocido por su padre. Una madre que lo cría en silencio. También en silencio se ofende porque el niño no se “contiene” y pelea para defenderse. Crece sintiendo ser un estorbo y tal vez lo fue ya que su concepción rompe el pacto de muda convivencia entre sus padres (ama de llaves y patrón).Investiga quién es su padre, decide repetir la frase de la madre “no lo necesitamos”. Desafiante se endeuda económicamente con el padre, pareciera querer saldar la deuda por la vida sometiéndose a la usura a riesgo de perderlo todo. Enlace perverso con este padre siniestro, que lucra con la miseria, enlace al fin. Padre que se ofrece como la Ley, posición que lo ubica por fuera de los límites que ésta implica para todos los mortales.
Sólo un camino alejará a este hijo de la locura, la búsqueda de una ley diferente a la de un padre siniestro; consigue trabajo en un estudio jurídico y estudia abogacía.
Su tutor lo patrocina ganándole un juicio al padre. Y le transmite a través del don (representado por quince florines que le regala) que él como hombre y abogado también tiene mucho para dar. Le promete que va a encontrar otros caminos más allá de este padre mortífero, lo cuestiona en su posición subjetiva: ¿quién te enseñó a autocastigarte?. Le grita ante todas las miradas curiosas “quién no puede aceptar un regalo tampoco puede dar”, frase bisagra en la vida de este hijo hombre.
Logra su título de abogado y se siente equipado para el enfrentamiento postergado con su padre. Su tutor ya no estaba y lo había conminado a quedarse y ponerle fin a su historia inconclusa. Camina decidido casi corre, luchan, el joven se defiende contradiciendo nuevamente el mandato de silencio y sometimiento de su madre. Se va dejando atrás al padre terrorífico. El suicidio tal vez único acto verdadero de este padre y la escritura donde reconoce a su hijo por primera vez, son cimientos para un nuevo orden donde la vida sea posible, quizás.
Romy Jones